Estas características creen que son frecuentes en diversos hongos, porque al consumir los provocan alucinaciones vinculadas con el tamaño y las distancias.
Tales alucinaciones o percepciones alteradas sin el objeto correspondiente, son de naturaleza predominantemente visual y en menor proporción auditivas y olfatorias.
Era en extremo llamativa esa oposición entre la enferma diurna enajenada, asediada por alucinaciones, y la muchacha con plena claridad espiritual por las noches.