Es decir poner los hechos en una suerte de cañamazo semántico, de significado, donde adquieran una causalidad y una explicación perfectamente razonable y coherente.
Para forrar las chaquetas, gorros de cuartel, corbatines y mangas de casacas, se ha recibido del depósito general de vestuario, el lienzo cañamazo necesario.