Desde aquí divisamos las hondonadas de los ríos y el cielo infinito, abierto con todos sus secretos, estrellas y planetas, sobre nuestras pobres almas indefensas.
Frailejones, cascadas, flores, valles, hondonadas, picos nevados, águilas, el cielo hermoso, el propio sendero, el silencio, todo te recuerda que la vida es bella.