La ternilla nasal la perforaban tambiény para conseguir la bizquera - ideal estético - colgaban del pelo al niño una pelotita de goma que se balanceaba en su frente.
Un piercing colocado en el lóbulo de la oreja puede acabar en un desgarro de fácil arreglo quirúrgico; en la ternilla el resultado estético es mucho peor.