No sea hallado en ti quien.. practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos..
Bajo un conacaste, que es como una mansión viviente, adivino que muchos amores campesinos habrán consumado sus ansias y develado sus más íntimos secretos.
En este caso el adivino lleva todas las de ganar pues confunde al cliente: lleva su error a un campo inverificable: cara gana el vidente, sello pierde la víctima.