Sin embargo, los expertos consideran que esta situación se podría prevenir si los agricultores de la soja aceptan compartir sus terrenos con los ganaderos.
Pero, aunque se piense, que la agricultura es un importante contribuyente al calentamiento global, es posible que los agricultores no crean en el problema.
Una noticia que llevan años esperando las organizaciones de agricultores, y para la se han esforzado especialmente las asociaciones de mujeres del mundo rural.