A continuación las cuadrillas hicieron su paseíllo y los areneros y monosabios aparecieron en el albero tocados con barretinas rojas y fajas y alpargatas.
El resultado, unas alpargatas actuales, que mantienen el aspecto clásico pero que mejoran en comodidad y estética a través del uso de nuevos materiales.
Porque recordando aquella vieja consigna de alpargatas sí, libros no, finalmente cuando se tuvo que hacer una hoguera de libros se quemaron libros peronistas.