Todos los grandes héroes están en la leyenda; los limitados, los hombres biografiados, los que han concretado su pensamiento y su vida, son pobres hombres, despreciables como todo hombre.
Las personas analfabetas aprenden así a ser autores y testigo de su propia historia; capaz de escribir su propia vida, es decir, biografiarse, existenciarse e historizarse.