Y seguiremos alzando nuestra voz contra los estraperlistas, que han hecho el agosto jugado con los sentimientos de la gente, que hoy nos venden vulgaridad y congelado por fresco.
No consideraba justo que los estraperlistas se pudieran permitir sueños plácidos sobre colchones de látex, y en cambio él tuviera las vértebras destrozadas.