Pero bueno, esto es creíble, porque como no sirve para darnos alguna enseñanza que podamos presumir delante de los indoctos, pues simplemente nos saltamos estas partes.
Para no quedar como indoctos o faltos de buen estilo, desde antaño es casi de regla en nuestra profesión legal despachar de tanto en tanto unas palabritas en latín.
De todos modos, quizá algo exagerado el decir qu etenemos esta mediocre y delincuente casta politicastra porque es, en suma, el vivo reflejo de una sociedad indocta y mediocre.