Los rododendros y azaleas producen un néctar altamente venenoso para los humanos, aunque inofensivo para las abejas, que producen así una miel mortífera.
Reconócelo, allí, te vas, siempre que estás buscando arreglar lo que rompiste en la intención, en la escalera, el salón, el porche o el camino plagado de rododendros.
Alegraban el escenario las forsitias amarillas y lilas blancas, combinadas con colores lavanda y rosa de azaleas, rododendros, glicinias y otras plantas colocadas en macetas.